martes, 6 de septiembre de 2011

La totalidad y el orden implicado (II)


En este artículo seguimos con el análisi del libro de Bohm, trabajando con su concepto de “La realidad y el conocimiento como un proceso”. La idea de base, la no-separabilidad de la realidad, se aplica aquí al pensamiento y al objeto del pensamiento.

El flujo y el todo
La idea de que el todo es movimiento es antigua en filosofia; Heráclito ya afirmaba que el fundamento de la realidad es el cambio. Bohm más allá y afirma que no sólo es el fundamento, sino que todo es flujo. Consideremos por ejemplo las llamadas partículas elementales de la Física. En su momento se creyó que los electrones, protones y neutrones constituian los últimos componentes de la materia, indestructibles e indivisibles. Pero los avances en la tecnologia de los aceleradores de partículas mostraron que de hecho eran divibles, y se encontraron nuevas partículas que tomaron el relevo del concepto partículas elementales, las cuales también consiguieron romperse... La visión moderna es que cualquier partícula constituyente de la materia (o de la energia) es sólo una forma más o menos estable surgida de algún nivel más profundo.

El pensamiento como flujo y la inteligéncia
Si todo es flujo, por coheréncia deberemos incluir nuestro propio pensamiento dentro de ese todo, y por tanto considerarlo también como flujo. Pero, ¿flujo de qué? Si consideramos el proceso de pensar, veremos que efectivamente hay un flujo sensorial, que interactúa con nuestra memória, produciendo una respuesta que a su vez modifica la memória condicionando las respuestas futuras. Este proceso es básicamente automático. La inteligéncia es un atributo adicional del acto de pensar que permite percibir nuevos órdenes o estructuras, más allá de la mera respuesta mecánica condicionada.

Llegados a este punto del razonamiento, Bohm afirma que, siendo la inteligéncia no-condicionada y de un órden más elevado que el proceso del pensamiento, se deduce que no puede ser explicada por ningún proceso mecánico que involucre objetos tales como células o moléculas, que obedecen a leyes mecánicas y condicionadas; más bien debemos relacionarla directamente con ese flujo del todo del cual emergen las formas. Así, mente y materia són aspectos distintos de un flujo total, y el pensamiento puede ser un vínculo entre ámbos.

Pensamiento y mundo material
Desde el actual punto de vista nos podemos preguntar, ¿cuál es la relación entre un objeto y la idea que tenemos de ese objeto? También ésta es una pregunta antigua; Platón sostenia que toda idea contenia la esencia más verdadera y pura de la cosa. En la línia de nuestro razonamiento, tanto cosa com idea de la cosa surgen de un flujo total, o proceso universal, y por tanto tienen un origen común. Es decir, no hay una correspondéncia definida objeto – idea sino que ambos son aspectos de una misma realidad. Evidentemente, a efectos prácticos en nuestro pensamiento debemos realizar esta correspondéncia y diferenciar claramente el objeto de nuestra idea del objeto. Lo que se afirma aquí es que, en el fondo, no existe tal diferenciación.

Pensamiento consciente y realidad
El pensamiento llega a hacerse consciente cuando es capaz de diferenciarse a sí mismo, como totalidad, de los objetos sobre los que piensa. En esta etapa de desarrollo alcanzada en los albores de la humanidad se identifica la realidad con todo los objetos externos al pensamiento, mientras que la actividad mental es irreal en el sentido de que no puede tocarse. Llamemos P al pensamiento y C a las cosas que son el objeto del pensamiento. Entonces enunciamos:

P no es O (el pensamiento no es un objeto)
Todo es P o C (la totalidad de la existéncia son cosas materiales i pensamientos)

Esta forma de diferenciación de la totalidad es la que sigue la lógica aristotélica clásica. En cambio siguiendo el razonamiento de Bohm tanto objetos como pensamientos forman parte de un mismo todo y no deberian diferenciarse:

P es O (el pensamiento es un objeto)
O es P(las cosas materiales son pensamientos)

Todo es a la vez, P y O, ambos se mezclan en un proceso único.

En definitiva, la tesis de Bohm es que no debemos ver el conocimiento como algo estático, acumulativo e independiente del entorno, sino como una parte del flujo total de un proceso básico que es la realidad.




1 comentario:

  1. Todo debe de salir de la asociación conceptual o idea, pues el simple concepto no define a "nadie", es decir inteligencia, pensamiento, conciencia, sino todo definido con su grado, en una idea o asociación conceptual...

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