sábado, 26 de noviembre de 2011

Mística y ciencia

La unidad de conciencia en las filosofías y religiones

En las experiencias místicas de pueblos, culturas y épocas diversos encontramos una semejanza en la descripción de un estado místico en el que se experimenta la "identidad" de todas las mentes entre sí y con la "mente suprema"; también las religiones como el zen, el sufismo, el taoísmo, el tantrismo, los místicos cristianos, etc. presentan semejanzas en este aspecto. Algunos ejemplos de citas de místicos de procedencia diversa:

Me desprendí de mi yo como se desprende de su piel una serpiente. Después me miré y vi que yo soy Él.
Abu Yazid Al-Bistamit (siglo IX)

Todo lo que tu consideres como siendo yo, tu, él ella, y eso, todo es Uno.
Vedanta Advaita (siglo XIX)

Mi naturaleza se armoniza con la de Buda. Ya no hay dualidad, sino unidad y armonía: Satori.
Yoka Daishi: El canto del inmediato Satori (Budismo Zen)

No preguntes si el Principio está en esto o en aque­llo; está en todos los seres.
Chuang Tse, entre los siglos cuarto y tercero antes de J. C.

Mi Yo es Dios, y no reconozco otro Yo que mi Dios mismo.
Santa Catalina de Genova


Tenemos que reconocer que es sorprendente esta similitud entre personas de razas y religiones diferentes, separados entre sí por siglos e incluso milenios y por grandes distancias, y con poca o ninguna relación entre sí ni conocimiento mutuo. De hecho, la constatación de esta regularidad es en sí misma un hecho científico, que evidentemente puede tener diversas explicaciones.

¿El cerebro genera muchas conciencias en un único sujeto?
En nuestra experiencia subjetiva, solo podemos experimentar una conciencia: parece ser que la mente no es capaz de generar múltiples conciencias simultáneas. Quizá en casos patológicos, como en personas con daños cerebrales, esto no es así; es cierto que existen enfermos con personalidades múltiples, pero no es esto de lo que hablamos aquí, pues en cada instante la persona es consciente de una de las personalidades, de forma que sigue habiendo una única conciencia.
De lo poco que conocemos todavía sobre el funcionamiento del cerebro, sabemos que los actos de percepción utilizan áreas diversas, de forma que no hay una zona concreta responsable de la percepción. En la corteza cerebral hay áreas delimitadas e independientes para cada uno de los cinco sentidos. Así por ejemplo:

(...) las imágenes del ojo derecho y del izquierdo se elaboran de modo singular, cada una por su parte, combinándose luego en una única percepción. Equivale a tener dos subcerebros simples, uno para cada ojo, que colaboran debido a la simultaneidad de la acción, y no por una unidad estructural.
Cita resumida de Charles Sherrington, premio Nobel de Medicina en 1932.

Nuestro cuerpo está formado por un número astronómico de células (1014 ), cada una de ellas es un organismo vivo, y conjuntamente colaboran para crear nuestro organismo pluricelular; en cambio la mente no puede considerarse formada por la simple unión de neuronas; de hecho para la mente lo de menos son las neuronas, lo que importa son las conexiones entre ellas: las sinapsis, que posibilitan la creación de redes neuronales. Cada red neuronal se especializa en una determinada percepción; lo que no está claro es cómo se coordinan entre sí las diferentes redes para producir la única conciencia que experimentamos. De hecho no existe ningún circuito neuronal que haga de "director" de los demás. Podemos decir que el "yo" que experimentamos no tiene ningún circuito neuronal asociado, que sepamos, ni está alojado en ninguna área especializada del cerebro. Entonces, ¿cómo se forma nuestro yo?

Experiencia subjetiva y ciencia
El sujeto que contempla, percibe, siente, que tiene valores estéticos y éticos, es poco interesante para la ciencia, que se siente cómoda trabajando con hechos objetivos, independientes del sujeto que observa. Así, los modelos científicos presentan un mundo en el que tiene poca cabida lo personal, y por este motivo la ciencia es claramente atea, ya que difícilmente puede acojer a un Dios personal. Además, todo científico dirá: no encuentro ninguna deidad, ni tampoco la necesito para explicar el mundo. Y es lógico que sea así, pues los modelos que usa son objetivos, y anidan en el espacio y el tiempo. También es cierto que ésta última afirmación se debilita cuando pensamos en la teoría de la relatividad, que "rompe" los esquemas intuitivos de espacio y tiempo, y en la teoría cuántica, que introduce la subjetividad al enunciar que el observador y el experimento no son independientes. Quizá es por esta razón que muchos de los físicos pioneros en estos campos, Heisenberg, Schrödinger, Einstein, Planck, Pauli, Eddington, Bohm, ..., acabaron compartiendo la visión mística de la realidad como un todo indivisible. A continuación veremos cómo Erwin Schrödinger defendió esta idea.

El concepto de todos los "yo" son uno en Schrödinger
Schrödinger es conocido por su ecuación, valedora del premio Nobel de Física, que describe la evolución temporal de la función de onda cuántica, y también por su famosa paradoja del gato, que muestra la incompletitud de la formulación de la mecánica cuántica. Es menos conocida su aportación a la que voy a denominar "mística científica", que abordamos aquí. 

Sostiene Schrödinger que el "yo" al que nos referimos habitualmente, aquel que es el objeto de la psicología, es meramente una colección de datos recopilados en las experiencias del sujeto. Pero hay un "yo" más profundo que sirve soporte de aquellos datos, que es el sujeto de las experiencias.

El cuerpo funciona como un mecanismo automático siguiendo las leyes naturales; en cambio nuestra experiencia consciente señala que somo nosotros los responsables de nuestros movimientos: es el “yo” el que dirige al cuerpo. Entonces, ¿el yo es también parte del cuerpo? Intentar responder esta pregunta con el pensamiento resulta complicado, ya que el propio pensamiento se estudia a sí mismo, de forma que el objeto estudiado y el sujeto que estudia se confunden en uno. Pero con Schrödinger podemos acercarnos al concepto correcto indirectamente, observando diferentes líneas de pensamiento acerca del tema del yo, y comprobando si parecen converger en un punto, algo así como una extrapolación:



La línia de puntos asignada a la Ciencia indica que no ha postulado la conciencia única, pero numerosos científicos han apostado por ella, y además tal tesis no contradice, creo, ninguna de las leyes de la naturaleza conocidas. La lista no es de ningún modo exhaustiva, la última línia termina con puntos suspensivos queriendo indicarlo.

La totalidad de David Bohm
Otro brillante exponente de la mística científica es David Bohm; es conocido en el círculo científico por su trabajo en mecánica cuántica, particularmente por los modelos de variables ocultas. Pero también era un seguidor de la filosofía de la conciencia de Krishnamurti, que le inspiró para su teoría holográfica del universo (ver por ejemplo el artículo del blog la bella teoría), en la que cualquiera de sus elementos componentes contiene a todo lo demás, en una unidad que incluye a la materia y a la conciencia. En este blog he escrito algunos artículos sobre su concepción.

Conclusión
La antigua división entre ciencia y misticismo, que las hacía irreconciliables, se empezó a romper a principios del siglo XX a manos de numerosos físicos de primera línea, a los cuales se unieron posteriormente matemáticos "platónicos". En este sentido hay diversos intentos de fusión de ambas líneas de pensamiento; esto entodo caso enriquece nuestra visión del cosmos.

Referéncias

  • Cuestiones cuánticas, Ken Wilber
  • La totalidad y el orden implicado, David Bohm

4 comentarios:

  1. Excelente artículo !! Que agradable lectura. Te sugiero que no te autodenomines un meta-divulgador (jaja demaciadas autoreferencias) pero en verdad la calidad de lo que escribes es de primerísima calidad !Eres un gran divulgador!.

    Tus artículos son muy completos, estoy leyendo las referencias y son estupendas, nunca había tenido la oportunidad de conocer a los autores que citas (aunque bueno cuestiones cuánticas es mas bien una recopilación) y ahora que los leo me maravillan como no imaginas jamás había sospechado ni por un momento el interés tan etéreo de Heisenberg, Scrhodinger o Einstein al respecto a la búsqueda de la realidad que implica el existir de la cuántica como un modo de ver el mundo

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  2. Gracias Ramiro. En efecto muchos físicos de primera línia de la primera mitad del siglo XX además de científicos eran también filósofos, y no meramente aficionados, algunos de sus escritos evidencian una gran profundidad, cosa por otro lado lógica teniendo en cuenta sus brillantes intelectos. En cambio en la actualidad, quizá debido a la hiper-especialización de los científicos actuales, o al cambio de paradigma, es realmente raro encontar esos dos perfiles, científico y filósofo, en una misma persona. Ken Wilber, autor de la recopilación "Cuestiones cuánticas", tiene en parte ese perfil "perdido", en su caso es "filósofo-científico", en toda su obra intenta acercar la filosofía mística a la ciencia. En parte comparto sus objetivos.
    Saludos.

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  3. "Mente no es solamente el resultado de la interacción del organismo con el ambiente, desde el útero hasta la muerte, sino también el reflejo de la organización básica del universo: la holokinesis, que desde el orden implícito del cosmos, se explicita como materia, mente y energía cósmicos".

    Dr. Rubén Feldman González.
    Iniciador de la Psicología Holokinética.
    Candidato al Premio Nobel de la Paz

    http://www.percepcionunitaria.org

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    Respuestas
    1. Gracias por tu aportación MªAdoración, en cuanto tenga un poco de tiempo, leeré atentamente el (abundante) material de Psicología Holokinética que proporcionas en el enlace de tu comentario.
      Saludos.

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